Una multitudinaria inauguración de mano de autoridades provinciales y regionales dio ayer el pistoletazo de salida a la exposición ‘Cervantes y el siglo de Oro’ del artista toledano Alberto Romero. La cita, a la que acudió el presidente regional, Emiliano García Page; la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora; y la primera edil toledana, Milagros Tolón, entre otros, estará abierta al público hasta el próximo día 30 de marzo en la sala de exposiciones del Archivo Histórico Provincial de Toledo.
La exposición se compone de 22 obras pictóricas y tres esculturas en las que el artista intenta plasmar no sólo la figura de Cervantes, sino todo el universo y la época en la que se configura la obra de este librepensador al que Romero tachó de «genio». «Escribió el Quijote, la primera obra moderna», citó el artista plástico. La exposición, que cuenta con la colaboración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en el IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, irá viajando por diferentes puntos de la región acercando la característica y pop art visión del Siglo de Oro que tiene el creado toledano. La próxima parada será Ciudad Real, un lugar icónico para la muestra ya que se albergará en el Museo del Quijote, después... le tocará incluso saltar el charco y viajar a Miami.
‘Cervantes y el Siglo de Oro’ permite al espectador descubrir a la realeza española que reinó durante el florecimiento del arte y la literatura en una época de «terribles desigualdades». «Fueron años de esplendor durante una época de caos social, político y administrativo», recordó el creador durante el acto inaugural en el que remarcó como, a pesar de la riqueza artística, «más del 80% de la población de esa época era analfabeta».
Con su particular estilo de colores vivos y retratos con toques del pop art, Alberto Romero vuelve a recuperar el collage mediante figuraciones expresionistas en las que el óleo y la tela se encuentran creando relieves y texturas que, al ojo, se hacen perceptibles pero no encorsetadas y que permiten al espectador disfrutar de un trabajo limpio, lleno de imaginación y que se ha conseguido configurar como la seña de identidad de Alberto Romero.
«El proyecto irá creciendo según avance la muestra y ampliará los trabajos presentados», asegura el toledano por el que corre sangre cervantina. Y es que, como el mismo explicó durante la muestra, su madre nació en el actual Casa-Museo de Dulcinea, en el Toboso, que perteneció, hasta hace bien poco, a su abuelo «el último propietario particular de este lugar». Ahora, vuelve a galopar bajo la inspiradora prosa de Cervantes en un largo viaje por unas tierras de las que sí quiere acordarse.