El secretario general del PSOE en la región, Emiliano García-Page, aseguró ayer que «si hay algo que dará vergüenza a las generaciones futuras será recordar cómo Cospedal ha dejado arrastrados los intereses hidráulicos de Castilla-La Mancha». Ante estas declaraciones, la portavoz del PP en Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos, contestó que «las generaciones presentes» se sienten «muy avergonzados por haber tenido un Gobierno socialista que durante 30 años» ha «cronificado el problema del agua».

Riolobos acusó a los socialistas de «ser incapaces» de solucionar el problema del agua en la región y afirmó que desde el PP se sienten «muy orgullosos» de que la presidenta, María Dolores Cospedal, «en dos años haya conseguido resolver los problemas de agua de Castilla-La Mancha». «Los castellano-manchegos tenemos garantizada toda el agua que necesitamos para nuestros abastecimientos, para los regadíos, para los usos industriales y para los caudales ecológicos, así como para la fauna del entorno hidráulico», subrayó.

En relación con la gestión de aguas de Alcázar de San Juan, calificó a García-Page de «cínico» por tener «la gestión de aguas de su municipio de forma indirecta a través de una empresa privada» y criticar al alcalde «ejemplar» de este municipio, Diego Ortega, «que ha logrado, haciendo lo mismo que él hace en Toledo, lavar la gestión ruinosa y la gran deuda que dejó el anterior edil José Fernando Sánchez Bódalo».

Por su parte, el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha se refirió también al agua recordando que se ha aprobado un nuevo trasvase del Tajo al Segura, cuando «nos acaban de colar por la puerta de atrás un penoso Plan del Júcar y cuando esta misma semana se han cumplido 30 años desde la entrada en funcionamiento de esta infraestructura». Aseveró que «el agua siempre ha sido considerado por Cospedal como un problema menor que no ha entendido, y que su gobierno aplaude no solo una contradicción al hacer lo contrario de lo que votaron, sino que mienten de una manera burda y exagerada».