A pocos minutos de que se iniciara el recital Cuarenta latidos, Manuel Juliá, su autor, reconoció que se sentía emocionado y agradecido de escuchar sus propias palabras a través de «las voces de estos grandes artistas de nuestra escena» como son Concha Cuetos, Emilio Gutiérrez Caba y Manuel Galiana, que llenaron el patio de butacas del teatro Quijano.
Fue un recital que concitó un gran interés del público, apoyado además en el buen hacer de tres primeras voces del panorama teatral y a los que es frecuente encontrar en diferentes recitales, solo que esta vez, en lugar de poesía, su objeto fue la prosa poética.
El escritor, periodista y colaborador de La Tribuna, insistió en que «para mí, el hecho de escucharles ya es algo que no tiene precio». Por ello, su intervención en el acto literario celebrado ayer se limitó a una breve presentación en cada una de las partes en las que se divide el recital que aterrizaba en Ciudad Real.