De continuar la tendencia, Ciudad Real cerrará el año hidrológico (30 de septiembre) más seco de los últimos diez años. Las nubes han descargado hasta la fecha y desde el pasado 1 de octubre de 2014 (inicio del actual año hidrológico) 292 litros por metro cuadrado, lo que supone un 6,4 por ciento menos de precipitaciones que el anterior 2013-2014 (311,9 litros) y un 55,2 por ciento menos que el 2012-2013, cuando se cerró con 650,9 litros, frente a los 296,3 del 2010-2011. Todavía con menos agua que el pasado periodo, el actual año hidrológico, aún en curso, se revela ya como el más seco desde el periodo 2004-2005, cuando las precipitaciones registradas sumaron 261,2 litros por metro cuadrado en la capital.
Tanto es así que los agricultores y ganaderos de la provincia miran estos días al cielo con preocupación y es que de no llover pronto - en los próximos quince o veinte días -, cultivos como la aceituna se verán «gravemente perjudicados» por la ausencia de precipitaciones. El secretario local de Asaja Ciudad Real, Pedro Martínez, indicó a La Tribuna que además de al engorde de este fruto, la ausencia de agua está afectando de manera importante a la ganadería. «Si llueve tarde, llegan enseguida los hielos y la hierba ya no se desarrolla», explicó. Pero no sólo eso. Según Martínez, la falta de lluvia está afectando al cereal, ya que las siembras tempranas se tendrán que hacer en seco de continuar la actual situación.
«La situación es complicada porque la previsión de los próximos días es de tiempo caluroso y seco. Además a finales de agosto siempre ha llovido algo pero que este año no parece que vaya a ocurrir», indicó el responsable de organización agraria, quien destacó que la situación es incluso «peor» que la del pasado año.
De hecho, Ciudad Real ha acumulado durante el reciente periodo estival 52 días seguidos sin que cayera una gota del cielo, en concreto entre el 17 de junio y el 7 de agosto. «A primeros de octubre tenemos que sembrar, pero de seguir así lo tendremos que hacer sin humedad y sembrar en seco es un riesgo, pero hay que hacerlo porque se echa el tiempo encima», avanzó.
Martínez llamó también la atención a este respecto sobre la evaporación de agua y el descenso del nivel de los pozos que, unido a las elevadas temperaturas que se están registrando este verano (con mínimas por encima de los 20 grados), está suponiendo niveles de estrés muy elevados para cultivos como la vid, por ejemplo. «Este año no es que no llueva a gusto de todos, es que directamente no está lloviendo, porque la lluvia caiga cuando caiga siempre beneficia más que perjudica», destacó este agricultor, que mira con inquietud el futuro más próximo.
La situación se hace extensiva a toda la provincia, donde, según destacó el secretario local de Asaja Ciudad Real, ha caído agua en las últimas semanas pero lo ha hecho en forma de piedra, destrozando los cultivos que ha pillado a su paso, como ocurrió a finales del mes de julio con una tormenta de granizo que arrasó cultivos de melón y uva en una decena de municipios.
El día más lluvioso. El pasado 11 de noviembre fue el día con más precipitaciones del actual año hidrológico, en concreto cayeron 18,8 litros de agua por metro cuadrado, lejos de los 65,4 del 1 de octubre y los 23,4 del 24 de diciembre de 2013.
En cuanto al acumulado del actual 2015, y a poco más de un mes y una semana para que finalice el periodo actual, el agua caída en la capital en los primeros siete meses de este años ha sido un 8,7 por debajo de las mismas fechas de 2014.