Los administradores concursales de CR Aeropuertos han presentado un recurso en el Juzgado de Administración número 4 de Ciudad Real con competencias en lo Mercantil en el que se adhieren al escrito de la concursada en el que se recurrió la subasta judicial que se llevó a cabo el pasado 17 de julio y en la que la empresa Tzaneen International pujó por la infraestructura ofreciendo 10.000 euros. Así, solicitan que vuelva a fijarse una nueva fecha para el proceso respetando los términos en los que se anunció inicialmente (en un providencia del 10 de abril), en la que no establecía un precio de salida pero se tasaba el aeropuerto en 40 millones de euros.
En este sentido, el documento, al que ha tenido acceso este diario, revela que los administradores no comparten los criterios bajo los que se celebró la subasta del 17 de julio y a la que únicamente pudo presentarse Tzaneen después de que los juzgados acordasen que ésta era la única que había presentado el aval de dos millones de euros necesario para poder concurrir a la citada subasta judicial.
La administración concursal de CR Aeropuertos basa su petición en varios puntos, si bien los más destacados son la suspensión de la subasta que iba a tener lugar el 30 de julio, la insuficiencia del aval de Tzaneen y el hecho de que la puja de 10.000 euros de la sociedad «carezca de seriedad» para adquirir una infraestructura que quedó tasada en 40 millones de euros de cara al proceso de compra mediante subasta. De hecho, el último periodo de venta directa del aeropuerto establecía en 80 millones de euros el importe para poder hacerse con él.
El documento pone de manifiesto que los administradores no comparten las causas por las que se suspendió la subasta inicial del 19 de junio y que estos creen que los motivos por los que solamente se permitió concurrir a Tzaneen «no son ajustados a derecho» porque dicha anulación no debía haber sido acompañada de decisión alguna sobre quién podría intervenir. Además, se estima que incluso bajo esos parámetros no podría haberse reservado «en exclusiva» para la compañía -con un capital de 4.000 euros- porque ésta «no cumplía los requisitos legales para participar en la subasta indebidamente suspendida».
insuficiente. Los administradores estiman que la anulación de las actuaciones por las que se suspendió la primera subasta solamente debería haber acarreado la fijación de una nueva fecha y subrayan que el aval de Tzaneen era insuficiente porque solamente tenía validez hasta el 31 de julio (43 días naturales más allá de la fecha de la subasta del 19 de julio) ya que el mismo debería tener duración mínima de seis meses si se atiende al plan de liquidación del aeropuerto.
Además, recuerdan que el interés del concurso debe ser el de favorecer la presencia del máximo número de licitadores y reiteran que la oferta de 10.000 euros de la sociedad que pujó «resulta perjudicial para el interés del concurso». Asimismo, afirman que es una compañía que no posee activo y parece constituida «ad hoc» para participar en el proceso.