La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, junto con el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, inauguraron en el mediodía de ayer las nuevas instalaciones del colegio diocesano Santa Clara de la localidad toledana de Ocaña. Con motivo de esta inauguración, el arzobispo toledano presidió una misa a la que acudió la comunidad educativa del Santa Clara. Posteriormente, se celebró en el centro una jornada de puertas abiertas en la que los alumnos y sus padres pudieron conocer las nuevas dependencias. La presidenta de la Junta de Comunidades pudo charlar un momento con madres y abuelas de los chavales antes de que, pasadas las 12,30 del mediodía tuviera lugar su apertura oficial con la bendición impartida por monseñor Rodríguez Plaza.
El arzobispo exhortó al personal del centro diocesano a vincular la transmisión de conocimientos con la de los valores propios de la religión católica. Rodríguez Plaza comentó que la difusión del saber en colegios como el Santa Clara deben llevar «a la posesión de la verdad y a la adoración del Dios verdadero», por lo que deseó que «los alumnos descubran en sus profesores la presencia del Cristo maestro». Tras una lectura del Evangelio de San Mateo y el rezo de oraciones y salmos, el prelado concluyó la bendición rogando que el colegio ocañense «sea un lugar en que discípulos y maestros sigan las enseñanzas de vida cristiana».
Tras recorrer las aulas, la presidenta de la Junta señalaba ante la prensa su compromiso con «la libre elección de los padres a la hora de decidir cómo quieren educar a sus hijos» para justificar el respaldo de la Junta a centros como el Santa Clara. También alabó la colaboración entre el Arzobispado, el Ayuntamiento ocañense y la Junta para construir el nuevo aulario, ya que «cuando hay voluntad de que un proyecto salga hacia delante y todos trabajamos en la misma dirección, es fácil conseguirlo». Por ello, apeló a «la unión y a la solidaridad que todos debemos tener en estos momentos de dificultad», que «cobra especial trascendencia».
Monseñor Rodríguez Plaza agradeció las palabras de la presidenta. Defendió la convivencia de centros públicos y religiosos en la enseñanza, recordando que así viene recogido en la Constitución. Añadió su respeto al sistema público de educación, al destacar que él mismo inició sus estudios en una escuela estatal.
la obra. Esta ampliación permitirá a este centro concertado cubrir toda la oferta de enseñanza secundaria en los próximos años.
El nuevo aulario, situado al final de la calle Mártires de Ocaña, consiste en un edificio de tres plantas dotado de los servicios necesarios para la enseñanza, incluyendo canchas deportivas. Será utilizado por unos 115 alumnos de quinto y sexto de Primaria y de primero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), mientras los demás continuarán en el edificio antiguo.
El colegio Santa Clara cuenta en este curso con un total de 31 profesores y 430 alumnos, agrupados en diecisiete clases. 169 niños cursan Educación Infantil (hasta seis años) y 210 Primaria (hasta 12), correspondiendo el resto a Secundaria.
La previsión es duplicar su alumnado en los próximos años, con la puesta en marcha primero de cursos superiores de ESO y después de líneas de bachillerato preuniversitario. Para ello, se realizará otra ampliación junto al edificio ahora inaugurado, como explica la jefa de Estudios del colegio, Sor María Teresa. «Se prevé que lleguemos a 800 alumnos cuando esté edificado otro pabellón. Lo que esperamos es llegar hasta Bachiller», comenta la religiosa.
El nuevo edificio docente ha sido construido en un tiempo récord de nueve meses. Los terrenos del mismo han sido cedidos por el Ayuntamiento de Ocaña, la construcción ha sido asumida por la Fundación eclesiástica que rige sobre este centro, y la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Junta se encarga de cofinanciar este colegio.