El profesor Pedro Oliver Olmo afirmó ayer que los movimientos de protesta que calificó democráticos están siendo objeto de un proceso de criminalización por parte del Gobierno mediante una represión de baja visibilidad que incluye sanciones administrativas y multas.
Oliver presentó ayer en Ciudad Real el libro Protesta democrática y democracia antiprotesta, del que es coautor junto con Jesús Carlos Urda, en un acto celebrado en la librería Serendipia y organizado por la Asociación Castellano-Manchega de Antropología y la Asociación del Libro.
En una conversación con los medios de comunicación, Oliver recordó que en esta obra hace un análisis de los movimientos sociales más recientes, ya que en los últimos años se han producido varios movimientos de protesta vinculados al movimiento antiglobalización que «probaron que la juventud, especialmente en España, era gente realmente esperanzada y politizada».
En este sentido, añadió que el 15-M, más que un movimiento social «es una atmósfera social y política que marca un antes y un después y que explica no sólo la movilización, sino las nuevas formas de expresión política y las nuevas fuerzas que se están produciendo hasta hoy».
Oliver matizó que «los movimientos de protesta ya no quieren solamente decir no, sino que quieren vivir el no a la deriva que está tomando este país».
A juicio del profesor, la protesta se dirige «contra una deriva en la que hay una clase política que parece gobernar al servicio de otros poderes extrapolíticos a los que nadie ha elegido». Del mismo modo añadió que dicha clase política «ha demostrado que lo que pretende es vivir a cuerpo de rey, cuando no corromperse de la forma más sucia», afirmó.