El porcentaje de alumnos que ha elegido cursar Religión Católica en este curso lectivo ha crecido por primera vez en los centros públicos de la provincia en los últimos cinco años, según las cifras que maneja el Obispado de Ciudad Real. Ese crecimiento, además, se ha cimentado en la etapa en la que peores cifras mostraba la asignatura en los últimos cursos, Secundaria y Bachillerato, que han conseguido paliar con sus crecimientos los descensos registrados en las etapas de Infantil y Primaria. La entrada en vigor de la Lomce, que incluye en el expediente académico para el acceso a la universidad la nota de Religión en el primer curso de Bachillerato hizo que las matrículas crecieran un 25 por ciento en la provincia en este curso, según datos publicados por La Tribuna, pero el delegado diocesano de Enseñanza, Jesús Abad, descartó que ésa fuera «la única o la mayor de las causas».
El Obispado recaba las cifras a través de encuestas directas a los centros educativos. Según los datos con los que cuenta la Diócesis, en los centros públicos de la provincia contabilizan un total de 58.527 alumnos, y de todos ellos 42.382 han elegido para este año la enseñanza de Religión Católica, lo que supone un 72,41 por ciento del alumnado. La alternativa a la Religión Católica la han escogido para este curso un total de 16.145 alumnos, lo que supone un 27,59 por ciento del total. Esa estadística se refiere, siempre, a alumnado de centros públicos, ya que si se suma a esos datos el número de estudiantes de centros privados confesionales (o aquellos que se presentan como católicos), el porcentaje de alumnos que escoge Religión llega hasta el 76,89 por ciento (54.566 de los 70.968 estudiantes de la provincia).
El porcentaje que refleja el Obispado en su estadística supone la primera subida en los alumnos que elige Religión en lo que va de lustro. En el curso 2011-2012, en los centros públicos eligieron esta enseñanza el 71,9 por ciento; en 2012-2013, el porcentaje fue del 71,7 por ciento; en el curso siguiente, el 71,4 por ciento; y en el pasado de un 71,3 por ciento. Este año crece un punto hasta el 72,4 por ciento, rompiendo una trayectoria consecutiva de caída en los últimos cinco años. El alza se sustenta, además, en las etapas de la enseñanza en las que tradicionalmente tiene los porcentajes más bajos: la ESO, que ha pasado de un 50,67 por ciento del año pasado al 57,26 por ciento de este año; y el Bachillerato, en el que ha pasado del 28,8 por ciento al 32.13 por ciento de este año.
«Se ha hablado de la inclusión de Religión en el expediente, que no digo que no haya afectado, pero creo que sería una explicación muy simplista», explicó el delegado diocesano de Enseñanza, Jesús Abad, que recordó que este año en Bachillerato «conviven dos legislaciones diferentes y se ha aumentado la carga lectiva, pero el año que viene volverá a la normalidad con dos horas en el primer curso».
En Infantil y Primaria, en cambio, el alumnado que ha elegido Religión Católica para este año ha ido a la baja. En el curso pasado fueron el 86,49 por ciento de los estudiantes de Infantil, y este año se ha quedado en el 85,53 por ciento; en Primaria ha pasado del 87,4 por ciento hasta el 85,58. Siempre según los datos recabados directamente desde los centros educativos por el Obispado de Ciudad Real.
Al respecto de las cifras, el delegado diocesano de Enseñanza aseguró que la oscilación «no tiene gran importancia» en términos porcentuales, y consideró que en la provincia, que el año pasado superó en veinte puntos la media nacional, «los estudiantes de Religión se mantienen estables».