Nieva, de vuelta al 'teatrillo furioso'

M. S. / LT / Ciudad Real
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El libro, con una edición limitada de 100 volúmenes firmados por el autor, se presenta mañana en el Centro de Arte Moderno

Desde pequeño le gustó el teatro, tal vez por eso empezó pronto a moverse en lo que terminaría por convertirse el teatro de vanguardia. Lo hizo de la mano de su rebeldía y, sobre todo, de la mano del teatro del absurdo. A sus 90 años, el valdepeñero Francisco Nieva sigue creando, demostrando que lleva el teatro en el alma y sobresaliendo como uno de los pilares de la escena española de las últimas décadas, una disciplina en la que podría decirse que ha tocado todos los palos.

Como director y autor volvía a los escenarios con el estreno de Salvator Rosa en el Teatro María Guerrero, justo en el mismo año en el que fue finalista a los Max por El rayo colgado y peste del loco amor. Y este jueves volverá a hacerlo, pero con motivo de la presentación de su última obra Teatrillo Furioso, que es «un homenaje a Nieva» que se hará en el Centro de Arte Moderno (calle Galileo, 52, Madrid), a partir de  textos y bocetos inéditos, en un acto al que está previsto que acuda el dramaturgo.  

Los textos, apunta desde el Centro de Editores, conforman el grueso de esta vuelta a los orígenes de Nieva. Uno de ellos, Farsa y calamidad  de Doña Paquitas de Jaén, que ilustra con un boceto realizado por él mismo y que representa «una estancia con una ventana que figura en la obra, como decorado único y practicable».

El otro, La misa del Diablo, función para monaguillos, no hace tanto que lo escribió porque en realidad, y como él mismo explica, es el resultado de un juego en el que se implicó cuando tenía 88 años. «Hice esta obra con motivo de un concurso de textos dramáticos convocado por el Instituto Francisco Nieva, de Valdepeñas. Pretendí concursar, como si aún tuviera esa edad, y me invoqué a mi mismo». De aquello surgió este texto, firmado por Paquito Morales, «un engendro, cuya intención ha sido dar cuenta de mi supuesta originalidad de chico malo, precoz y burlón». La única diferencia con el resto de sus competidores es que a sus 14 años, España vivía una guerra.

La edición se completa, apuntan desde el Centro de Arte Moderno, con 14 dibujos a color realizados por Nieva, un poema facsimilar y una fotografía del Nieva  niño, ese que empezó a amar el teatro sin saber que se convertiría en una de sus figuras más representativas.

Claudio Pérez Míguez y Raúl Manrique Girón son los encargados de esta edición limitada de la que sólo se han publicado un centenar de libros numerados y firmados por el autor y que se presenta en un estuche entelado.

En cuanto al título,  cabe destacar que bebe  de aquel 'Teatro Furioso' una denominación  que Nieva utilizó siempre para referirse a las obras de su época más contestataria, la del joven que se oponía al régimen que gobernaba entonces España, el de Franco, en un escenario de posguerra.