Es jueves y restan apenas dos horas para la reunión de los parlamentarios populares en el Congreso de los Diputados. Rosa Romero ha tomado el AVE de las 08.32 horas y ya se encuentra en la Cámara baja, desde hace apenas tres semanas es la vicepresidenta cuarta de la Mesa y ocupa un despacho histórico: aquel en el que los padres de la democracia firmaron la Constitución Española en 1978. Además, y aunque la relevancia es menor, prácticamente comparte pared con un Pedro Sánchez que en estos días se bate el cobre para formar gobierno y presidir el país. Aunque el reto en la mesa es mayúsculo y Romero parece, a tenor del paseo compartido con este diario por el parlamento, moverse como pez en el agua en la política nacional, hay cuestiones que alteran, aunque se afane por dejarlas de lado, su nueva labor.
¿Cómo ha vivido estos días tras el voto en contra de Ganemos y PSOE a su renuncia en el pleno de Ciudad Real?
Me quiero quedar siempre con lo positivo de las cosas y mi etapa en la vida municipal ha estado llena de grandes satisfacciones. Lo de los últimos días tiene que ver con la política de revancha y odio de la alcaldesa, el PSOE y Ganemos. Me entristece porque supone no respetar a la institución.
¿Se trata de un movimiento orquestado que usted ya conocía?
Sí, porque alguien me contó que podía suceder. Se trata de una renuncia personal y nadie puede votar en contra de eso. Solamente se trató de retrasar la entrada de la nueva concejala.
¿Empaña este hecho su salida del Ayuntamiento?
No. Me voy con la satisfacción de lo aprendido, del trabajo realizado por Ciudad Real, de una gestión económica con superávit, pagos al día y tras conseguir una ciudad de referencia en calidad de vida.
Pero, ¿que ha pasado con las luces de Navidad?
Me gustaría saber de que me acusan. Todo lo que yo he encargado en mi trabajo se ha hecho de forma oficial y esa documentación está en el Ayuntamiento. No se me puede acusar de lo que alguien dijo a otro, hay que ser serios y no manipular la reclamación de ninguna empresa. La gestión corresponde al que gobierna, no se puede echar balones fuera ni manchar mi nombre, que es lo más sucio de todo esto. Mi gestión se ha basado en la honradez y en la transparencia.
Romero mira al pasado con orgullo y sacando pecho por su trabajo, pero no esconde que su tiempo en lo local pasó.
¿Era incompatible la concejalía con la Mesa del Congreso?
La vicepresidencia de la Mesa implica mucho trabajo y estar a diario en Madrid. Máxime ahora que estamos en una situación compleja tras más de 45 días sin Gobierno.
¿Qué puede aportar a la política nacional?
Las urnas nos han dicho que hay que dialogar y de eso sabemos mucho los que hemos sido alcaldes. Quiero poner mi granito de arena dentro de un PP que ha ganado las elecciones y que busca que esta casa pueda funcionar.
¿Es más importante que nunca la Mesa del Congreso en esta legislatura multicolor? ¿Va a estar más presionada que nunca?
No he estado en legislaturas anteriores en la Mesa, pero en este momento, y teniendo en cuenta que el PP no tiene mayoría en la misma, va a convertirse en un lugar en el que el acuerdo, el debate, el consenso y el diálogo van a ser la constante. Ya se ha visto en aspectos como la organización de escaños o despachos, pero lo cierto es que en la Mesa nunca ha sido la mayoría la que ha decidido los cambios. Se trata de un punto de encuentro y quedó claro en el primer gran acuerdo de la legislatura, cuando el PP mostró su generosidad y llegó a un acuerdo con PSOE y Ciudadanos para que Patxi López fuese el presidente de la Cámara.
La dirigente del PP muestra un discurso conciliador y apegado a la necesidad de estabilidad, pero no renuncia a las máximas de su partido y se muestra tajante al afirmar que el PSOE no tiene legitimidad para gobernar.
¿Tendrá que lidiar con las presiones de Génova para trasladar al Congreso directrices de partido?
Hay que tener clara la responsabilidad institucional y lo que significa el Congreso de los Diputados; por tanto, presiones del partido ninguna, es evidente que habrá decisiones en las que mis compañeros y yo entendamos que podemos, o no, estar de acuerdo y habrá que negociar. Pero como alcaldesa he sabido distinguir que debe primar el interés general y he sabido separar al partido de las instituciones.
¿Será Pedro Sánchez presidente del Gobierno o se irá a unas nuevas elecciones?
Espero que no lo sea porque no es el presidente que merece ni necesita España. Con solo 90 diputados sería no hacer caso a lo que han dicho las urnas. Su único interés personal es estar en la Moncloa y se ha echado en brazos de Podemos.
Ahora la prioridad es Ciudadanos y buscar una abstención del PP. ¿Es posible?
Ciudadanos solamente tiene 40 Diputados. No se le puede dar la vuelta a la tortilla y dejar de ver que las elecciones nos dijeron que nos teníamos que poner de acuerdo, pero también han dicho que el PP tiene 123 diputados. El país necesita un Gobierno de centralidad y estabilidad y sería positivo que nos pusiésemos de acuerdo PP, PSOE y Ciudadanos. Todo apunta a que podría ser el mejor Gobierno para el país con el PP al frente.
¿No cierra la puerta a un Rajoy presidente?
Claro que no. Rajoy dijo que no estaba en condiciones de formar gobierno porque el resto de grupos no le dio su apoyo, pero eso no quiere decir que no esté dispuesto a formarlo. Lo que queremos es un Gobierno de moderación, pero el PSOE está más cercano a los que quieren romper España.
La vicepresidenta cuarta de la Mesa del Congreso entiende que la ciudadanía ha lanzado un claro mensaje y apuesta por la renovación desde dentro.
¿Es positivo un parlamento multicolor?
Es positivo que haya más voces y así lo han dicho los ciudadanos. Es cierto que es una situación compleja que se aleja del bipartidismo y toca hacer modificaciones legislativas, de la ley electoral y del reglamento del Congreso. Hay que dar respuesta a la pluralidad del país, pero no podemos estar estancados. La incertidumbre política y el riesgo hacen daño a la recuperación del país.
¿Sería un fracaso ir a unas nuevas elecciones?
No lo entendería como un fracaso. Es otro escenario posible, pero tengo claro que nuestra responsabilidad es trabajar para ponernos de acuerdo.
Uno de los asuntos más complejos que se presenta es la gobernabilidad del país, en este sentido es taxativa y sólo confía en ella con el PP
¿Será estable la undécima legislatura si se consigue formar Gobierno?
Depende de como se configura el Gobierno, si es PSOE con Podemos, nacionalistas y radicales dudo mucho que pueda haber estabilidad. Solamente con un Gobierno de moderación se pondría tender a un modelo más estable.
¿Ve viable que gobierne la cuarta fuerza?
No me entra en la cabeza que un partido que solamente tiene 40 escaños no me entra en la cabeza que pueda acabar llegando a la Presidencia.
En estos días se habla mucho de la importancia de las decisiones que se tomen, Romero es consciente de que los 350 diputados elegidos el pasado 20 de diciembre pueden hacer historia.
¿Es el momento de los políticos de Estado ante una nueva transición o esto no es más que un tópico?
Lo que se necesita son realidades. El escenario es complejo y los padres de la Constitución seguro que no llegaron a pensar en este panorama, pero en aquellos tiempos ellos fueron capaces de ponerse de acuerdo. Los políticos de hoy hemos vivido en democracia y tenemos que estar a la altura y primar el consenso y el diálogo sobre los intereses partidistas y revanchistas. Flaco favor le haríamos al país tras todo lo que hemos vivido.
¿Marcará 2016 un antes y un después en la política ?
Sí, está claro que estamos en una nueva etapa. Estas elecciones marcarán un nuevo camino y no sabemos hacia donde iremos, pero es cierto que se está haciendo historia. Lo importante es que lo hagamos para bien.