A pesar del mandato constitucional, en España sigue existiendo lo que Gonzalo Puente Ojea comedidamente denomina criptoconfesionalismo, «un confesionalismo encriptado en una maraña jurídica». «Más allá de la apariencia, no existe separación entre Iglesia y Estado», lamenta Miguel Ángel López Muñoz, que se pone al frente de Ciudad Real Laica para defender el pluralismo ideológico como parte indisoluble de la democracia.
¿Qué es Europa Laica, a quién reúne y cuál es el proyecto?
Europa Laica es una asociación que nació en 2001 con la idea de aglutinar todas las iniciativas de carácter laicista que ya existían. Surgió en Talavera de la Reina de la mano de un grupo de profesores y actualmente está presente en todo el territorio nacional. Sus objetivos son claros: conseguir un Estado realmente laico donde no tengan cabida unos privilegios de la Iglesia católica que son intolerables. El laicismo no se ocupa de convicciones, sino que se centra en todo el entramado jurídico que configuran las relaciones Iglesia-Estado para lograr una verdadera democracia.
¿El Estado español es aconfesional o laico? ¿Dónde reside la diferencia?
En la Constitución española no aparecen ninguno de los dos términos. Es en la sentencia del Tribunal Supremo donde figura la palabra aconfesional. A nuestro juicio pervierte el sentido propio de lo que debe ser el laicismo, pero lo que realmente supone un agravio para el pluralismo ideológico de la sociedad española es el desarrollo normativo de la Constitución. En este sentido, Europa Laica tiene muchos frentes abiertos. Probablemente, el ámbito más sensible sea la educación porque en ningún lugar aparece que sean obligatorios los conciertos educativos pagados con dinero público. Además, la Ley de Libertad Religiosa de 1980 mutila la libertad de conciencia.
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