Vivimos más y mejor. La esperanza de vida al nacer, tanto en hombres como en mujeres, ha aumentado en todo el mundo seis años desde 1990 y, además, se ha reducido a la mitad la mortalidad infantil, según se desprende del informe Estadística Sanitaria Mundial 2015 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Precisamente 2015 es el último ejercicio de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, marcados en 2000, y, tal y como refleja el trabajo de la OMS, a finales de año, si continúan las tendencias actuales, los países habrán alcanzado las metas globales sobre las epidemias de VIH, malaria, tuberculosis, aumento del acceso al agua potable y de los servicios de saneamiento básico, reducción de la desnutrición infantil y mortalidad materna e infantil.
«Los Objetivos de Desarrollo del Milenio han sido buenos para la salud pública. Se ha centrado la atención política y se han generado fondos muy necesarios para afrontar importantes problemas sanitarios. No obstante, y aunque los avances han sido muy alentadores, todavía hay grandes diferencias entre unos países y otros. De hecho, el estudio pone de manifiesto la necesidad de mantener los esfuerzos para garantizar que los más vulnerables del mundo tengan acceso a los servicios de salud», aseveró la directora general de la OMS, Margaret Chan.
En concreto, si se analiza la mortalidad infantil y a pesar de que se ha reducido a la mitad, el trabajo señala que este descenso «no es suficiente» para alcanzar la meta de reducir esta tasa en dos tercios, dado que menos de un tercio de los países han alcanzado este objetivo. Las principales causas de muerte de niños menores de cinco años son complicaciones en el parto prematuro, neumonía, asfixia al nacer y diarrea.
Asimismo, se ha reducido también a la mitad el número de mujeres fallecidas por complicaciones durante el embarazo y el parto, aunque, al igual que en los niños, el porcentaje de caída no es suficiente para alcanzar el objetivo de reducir el 75 por ciento a finales de 2015.
Concretamente, en África una de cada cuatro mujeres que quiere prevenir o retrasar su maternidad no tiene acceso a anticonceptivos, solo una de cada dos da a luz con la ayuda de personal cualificado y el 64 por ciento de las féminas de todo el mundo reciben el mínimo recomendado de cuatro visitas de atención prenatal durante el embarazo.
Por último, a pesar de que el objetivo de aumentar el acceso al agua potable se cumplió en 2010, África y el este del Mediterráneo están todavía «muy lejos» de cumplirlo, especialmente en las zonas rurales más pobres.