El Pabellón de Muestras de Fercam, en Manzanares (Ciudad Real), alberga esta semana el puesto de mando operativo del Estado Mayor de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con motivo del simulacro de explosión química a gran escala que se inició el pasado lunes en Daimiel. Alrededor de 500 efectivos, entre personal militar y civiles, están operativos en el recinto ferial las 24 horas del día, en turnos de 12 horas.
«Una auténtica torre de Babel», explicó a los medios de comunicación el teniente general jefe de la UME, César Muro Benayas, que precisa que además del personal militar participante en estas maniobras, Fercam acoge estos días a representantes de los tres ejércitos de las Fuerzas Armadas Españolas y numerosa presencia de ejércitos internacionales, como los de Estados Unidos, Francia y Marruecos, que colaboran con efectivos propios en las labores de búsqueda y rescate del simulacro. «Las catástrofes no entienden de fronteras y hay que saber trabajar juntos», subrayó.
«Por su carácter y por el tema que trata, la UME tiene una gran aceptación nacional e internacional», resaltó el jefe de la UME, que agrega que los ejércitos de otros 15 países, especialmente de Sudamérica, pero también Japón, Filipinas y Líbano, cuentan estos días con observadores en la provincia de Ciudad Real. «La UME es una nueva visión de las fuerzas armadas en su sentido más amplio de seguridad nacional», apostilló.
Además del personal militar, en el puesto de mando hay presencia de Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía, ADIF, psicólogos, trabajadores sociales, una brigada de sanidad especial de las Fuerzas Armadas Españolas y Cruz Roja, que tiene instalado un completo centro de mando de operaciones. En total, enfatizó el teniente general Muro, sobre el terreno hay participando 4.000 personas, de las que cerca de 1.500 son civiles.
El resto del recinto de Fercam, transformado en una bases militar, acoge infinidad de vehículos ligeros y pesados, grúas, camiones de telecomunicaciones vía satélite y tiendas de campaña. Una parte de su parking está reservada al aterrizaje y despegue de helicópteros, entre los que llaman la atención los doble hélice del ejército norteamericano.
El teniente general Muro valoró el desarrollo del simulacro en sus primeras 30 horas tras la fase crítica del «caos inicial» generado por la supuesta explosión petroquímica en la madrugada del lunes. Dijo que la UME «entró en eficiencia» entre las siete y las ocho de la tarde de ese mismo día, horas después de relevar al Gobierno de Castilla-La Mancha en el control y coordinación de este incidente, tras la declaración del nivel 3 de emergencia.
El trabajo se ha centrado hasta ahora en la evacuación sanitaria de más de 1.000 heridos y en la descontaminación química de las víctimas y del resto de la población, labor que se hace en unas estaciones específicas instaladas en el polígono CIDAG, al sur de Daimiel. Mientras tanto se controla que la posible contaminación no afecte al Parque Nacional de las Tablas, una de las razones por las que este ejercicio se realiza en Ciudad Real. Concretamente en la laguna de Navaseca, un grupo de intervención de la UME procedió a la colocación de barreras de contención para simular la detención o suspensión durante el recorrido de un vertido de hidrocarburo procedente de la fábrica.