Dos jóvenes, en libertad con cargos de lesiones por defender a su hermana

Pilar Muñoz
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Dos hermanos han quedado en libertad con cargos tras una pelea multitudinaria en el recinto ferial la madrugada del pasado domingo, en la que tuvieron que intervenir siete vigilantes jurados, uno de ellos resultó herido tras ser golpeado con una botella en la cabeza.

Según  ha podido saber La Tribuna, los dos jóvenes detenidos por estos hechos declararon ayer ante el juez de guardia que acudieron a defender a su hermana que estaba siendo molestada por unos hombres de etnia gitana, originándose una trifulca en la que intervinieron varios grupos. Sin embargo, sólo se detuvo a dos jóvenes, uno de ellos de 23 años, que acabaron la noche en la Comisaría provincial acusados de un delito de lesiones.

Los otros hombres de raza gitana que presuntamente estaban molestando a la hermana de los detenidos consiguieron zafarse de los vigilantes que acudieron al lugar para separar a los contendientes y también de la Policía. Los agentes no lograron darles alcance y, al parecer, tampoco los ha identificado, según fuentes judiciales.

Los dos hermanos se han declarado inocentes, han negado los cargos que se les imputa (un delito de lesiones) y aseguraron ayer en el Juzgado de Guardia que tuvo que ser uno de los hombres que estaban incordiando a su hermana el que rompió una botella en la cabeza del vigilante de seguridad que resultó herido.

Los acusados fueron asistidos en la Comisaría por el  abogado José Carlos Madrid que se ha hecho cargo de su defensa por el Turno de Oficio, al que está adscrito desde hace siete años (en asistencia al detenido y juicios rápidos).

El juez decretó un auto de libertad para los hermanos con la obligación de comparecer el día 1 y 15 de cada mes hasta que se celebre la vista.

El abogado José Carlos Madrid está convencido de la inocencia de los dos jóvenes, de veintipocos años, 1,69 metros de estatura y unos 55 kilos de peso, una complexión delgada. A juicio del letrada, se vieron envueltos en una pelea al acudir en defensa de su hermana y decirles a dos hombres de etnia gitana que la dejaran en paz. Según su versión, éstos reaccionaron mal y  en poco minutos se desastó una pelea en la que tuvieron que intervenir siete vigilantes de seguridad, que acudieron a separar a los contendientes, resultando uno de ellos herido al romperle alguien una botella en la cabeza. El herido tuvo que ser atendido por personal sanitario,