El teatro como elemento transformador, como motor para cambiar la realidad. Ése es el concepto que defendió en la noche del jueves la reconocida dramaturga española Paloma Pedrero durante el homenaje que recibió en la inauguración del VIII Festival Internacional de las Artes Escénicas de Calzada de Calatrava, y con el que quedaba inaugurada esta edición que bajará el telón el próximo 16 de agosto.
Este primera acto, celebrado en el centro cultural Rafael Serrano, presidido por el alcalde de Calzada, Félix Martín; la concejala de Cultura de la localidad, Loren de la Calle; así como el director del Celcit, Luis Molina; el director de la Universidad Popular, Hernán Valdés; y el presidente de la Asociación de Cine 'Pedro Almodóvar', Blas López, se convirtió en un emocionado homenaje al teatro en un país donde «sigue vigente eso de que escribir es llorar», como aseguró la homenajeada.
Esta figura de la dramaturgia española quiso incidir durante su intervención en que el teatro no está en un mal momento: «El teatro son cuatro tablas, dos actores y una pasión, se puede hacer con pocos recursos y en estos momentos en que hacer cine es un milagro, el volver al teatro está muy a la orden del día. Cada vez se abren más salas pequeñas, se hace teatro en áticos, en terrazas… volvemos al 'teatro de guerrilla' que no tenía que haber desaparecido nunca y el público vuelve a tener la necesidad de salir a la calle y de relacionarse con los otros».
El teatro, dijo la actriz, «está creciendo, tenemos cada vez más público, un dato objetivo porque hemos crecido mucho más que el cine, es un buen momento».
Con la entrega de este premio se daba por inaugurado un festival que invita este fin de semana a visitar la exposición Iré, un viaje de ida y vuelta, del reconocido artista cubano Manuel Mendive, Premio Nacional de la Plástica Cubana en el 2001, a disfrutar del Festival Folclórico que tendrá lugar esta noche a las 22.00 horas, en la plaza de España; o a vivir el teatro en la mañana del domingo, con el montaje infantil, Los tres cerditos (a partir de las 12.30 horas), y por la noche, con Donde no hay harina, todo es tremolina... y se hizo la crisis, en el centro cultural Rafael Serrano, a partir de las 22.00 horas.