«Fue una gesta increible»

Diego Farto
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Entrevista a Carmen Panadero, escritora y pintora

Cómo llegó a interesarse por este emirato de Creta?

En la búsqueda de documentación para uno de mis libros, encontré el dato de que en un arrabal de Córdoba hubo un destierro de 22.000 familias en tiempo de Alhakén I, que es muy conocido en nuestro país, pero el destino de esas gentes desterradas es totalmente desconocido, salvo que fundaron el Arrabal de los Andaluces, en Fez. Pero otros 15.000 siguieron por el norte de África, desde Egipto marcharon a Creta y fundaron allí un emirato. Los bizantinos, que eran los que dominaban la isla, decían que eran piratas y los trataban como tales. Han sido historiadores griegos actuales los que han recuperado datos para demostrar que fue un Estado en toda regla, que llegó a durar 150 años. De todo eso no se sabe nada en nuestro país.

¿Por qué lo ha escrito como un ensayo?

Pensé en escribir una novela histórica, como siempre, pero conseguí tantísimos datos y de un periodo tan largo, que me iba a ser muy difícil abarcar todo ese periodo. Entonces, renuncié a la ficción para hacer un ensayo y me costó mucho trabajo, puesto que tuve que conseguir la documentación de ese periodo, precisamente porque les trataban de piratas, y después porque no están traducidos y he tenido que conseguir mi propios traductores.

¿Están olvidados los poetas e historiadores andalusíes?

Sí, eso ha ocurrido, por eso las crónicas literarias es lo primero a lo que acudí, en vista de que los cronistas oficiales habían manipulado tanto la historia. Me interesaba encontrar algo que fuera más fiable. Así fue que decidí viajar a Atenas y a Creta para ver si los que ahora son mis colaboradores estaban haciendo algo objetivo y efectivamente, después de acudir a las crónicas literarias he encontrado mucho en Grecia. Vassilios Christides está rectificando, e incluso consiguiendo datos nuevos contrastando con las crónicas árabes y me ha ayudado mucho.

¿Cuánto tiempo le llevó esta investigación?

Fue como dos años y medio porque incluyó el viaje a Creta, a Atenas y dos viajes a África puesto que las primeras familias de este libro se quedan en Fez. Después hubo que traducir numerosa documentación porque todo estaba en otras lenguas, incluso un códice del siglo XI que está en la Biblioteca Nacional.

¿Qué vínculo mantuvieron después estos exiliados con Córdoba y con Al-Andalus?

Desde que los desterró Alhakén I, su ilusión era que se volviese a construir el solar del arrabal de Córdoba, porque fue explanado, roturado y sembrado. A Alhakén I le sucedió su hijo Abderramán II, que era mucho más conciliador y no estuvo totalmente de acuerdo con aquel exilio, pero no quería desautorizar a su padre después de muerto, con lo que mantuvo, en teoría, sus decretos. Pero indirectamente, en su mala conciencia, ayudó a los desterrados de Marruecos. A los que estaban en Creta no les ayudó, pero sí a los aglabíes a que atacaban a Bizancio en Sicilia y eso les impedía enviar fuerzas a Creta. Casi al final de su reinado estableció relaciones comerciales y culturales con Creta.

¿Qué vestigios quedan hoy en Creta de esta presencia?

Es una pena, pero no queda nada, porque siglo y medio después de fundarse el emirato, Bizancio, tras muchos intentos y muchas derrotas, logró ocupar la isla. Salvo por algún estudio numismático la dinastía cordobesa de Creta está olvidada.