El comisario de la Asociación de Cofradías, Vicente Velasco, dio cuenta ayer de su decisión de suspender todos los procedimientos sancionadores abiertos a las distintas hermandades o sus responsables. Sólo hubo una excepción, puesto que el expediente abierto a Francisco Javier González Ontiveros por insultos al consiliario de la asociación, Miguel Esparza, se saldó con un año de suspensión para representar a la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias ante el pleno. En su turno de palabra el sancionado aseguró: «Nunca tuve intención de insultar».
Velasco se presentaba por primera vez como comisario desde su nombramiento por el propio Esparza, con potestad delegada por el obispo de Ciudad Real, Antonio Algora. En su intervención inicial recordó que es el segundo comisario en poco más de un año que debe situarse al frente de la asociación; según su enunciado, con el propósito de «convocar elecciones en cuanto sea posible».
En el turno de ruegos y preguntas tuvo que afrontar debates intensos sobre varias cuestiones, en las que se mostraron especialmente animosos los representantes de la Dolorosa de la Catedral, Adela Richard, y El Sepulcro, Jesús Melero. Al final fue éste último quien acusó a la anterior Comisión Permanente, de la que Velasco formaba parte, de utilizar «dos varas de medir a la hora de sancionar».