El concejal de Urbanismo, Alberto Lillo, ha visitado hoy esta actuación junto al director de la obra, Emilio Velado, y el arqueólogo Miguel Ángel Hervás, quien ha indicado que "la fosa de cimentación vaciada de la muralla de Ciudad Real, que fue objeto de expolio entorno a la década de 1940, tienen un valor documental muy alto porque es una evidencia física muy clara de la traza que tuvo la muralla medieval en este tramo y, en este tramo es la única evidencia física que tenemos: por lo tanto es importante documentarla para rescatar ese valor documental y, dado que, las necesidades de la obra lo permiten, es perfectamente posible conservarla, lo que no es factible es musealizarla porque no deja de ser una zanja abierta". 

El arqueólogo aseguró que "obviamente es imposible que una muralla medieval tenga 50 centímetros de anchura" y que ahí que los cimientos encontrados o muros "son claramente domésticos". En este sentido también se pronunció el concejal de Urbanismo, quien comentó que "los pequeños muros son centros de cimentación de las casas" que hasta hace unos años se alineaban con las que actualmente quedan en esta zona de la ronda. 

Del mismo modo, Lillo comentó que, posiblemente en algunas zonas de las pérgolas que se instalarán en la zona con la obra de reforma del entorno de la plaza de toros "pongamos pavimentación distintitiva donde digamos que ahí estaba, por ahí iba la muralla y algún panel explicativo para que las generaciones futuras sepan lo que teníamos" antes de que fuera objeto de expolio, si bien está a la espera de lo que acuerden los servicios técnicos de Patrimonio de la Dirección provincial. 

La obra de remodelación del entorno de la plaza de toros, que asciende a unos 600.000 euros, contempla la creación de dos parques infantiles, una zona cardiosaludable para mayores y una zona de relax y descanso, todo ello en una plataforma de adoquinado.