Ciudad Real tiene el dato más bajo de nacimientos en 40 años

R. Chavarri
-

El número de alumbramientos baja de los 4.000 por primera vez en la historia y encadena nueve años de caídas en la década

Ciudad Real tiene el dato más bajo de nacimientos en 40 años

«La distancia entre tasas de natalidad y de mortalidad se ha hecho especialmente visible en los últimos años, debido a la reducción de la fecundidad y al aumento de la esperanza de vida» apuntaba el Estudio sobre el proceso de despoblación en la provincia elaborado por la Universidad de Castilla-La Mancha y encargado por la Diputación provincial. Una realidad que avanzaba ese informe y que ahora el INE no hace otra cosa que confirmar que la provincia no ha abandonado ese camino que incluso, se recorre ahora a una mayor velocidad. Ciudad Real marcó en 2018 la cifra más baja de la historia -desde 1975- de nacimientos, quedando por primera vez por debajo de 4.000 el número de bebés llegados al mundo en la provincia en un año.

El saldo vegetativo en Ciudad Real, por séptimo año seguido, fue, negativo y por cada mil habitantes, la provincia perdió casi tres por causas naturales. Si se añade el despoblamiento que provoca los movimientos espaciales, esto es, los ciudadrealeños que hacen las maletas y se van a vivir a otra provincia o al extranjero, la pérdida de población por cada millar de habitantes llega hasta las siete personas. Solo Jaén, León y Zamora empeoran ese dato que magnifica el avance del desierto demográfico en la provincia, donde ya viven más de 40.000 ciudadrealeños, en entornos con menos de 10 habitantes por kilómetro cuadrado. Es el particular ‘Sáhara’ demográfico ciudadrealeño.

La falta de nacimientos en la que insiste la estadística, según explicaba el estudio de la Diputación, «agrava el problema de la despoblación y sitúa a la falta de reemplazo generacional como un problema social de primer orden». Y ese problema ya está aquí y parece que para quedarse. Las cifras de 2018 son bajas, pero las de 2019 amenazan con ser todavía peores. Según las cuentas del INE, el primer semestre del año que llega ahora a su fin deja 1.744 alumbramientos en la provincia. Si se mantiene esa tendencia, el año se marchará con menos de 3.500 nacimientos, otro nuevo récord negativo.

La crisis de la natalidad en la provincia no dejan lugar a las dudas del problema que se plantea y que, además, se acentúa. La caída del número de nacimientos de 2018 es la más alta en más de 40 años de historia demográfica y no se trata de una situación puntual: en la última década, el número de nacimientos baja en todos los años menos en 2015, cuando creció levemente, en 80 bebés.

El problema no es sólo de ámbito provincial, ni mucho menos. Junto a Ciudad Real, hay 24 territorios más que en 2018 marcaron sus mínimos históricos de nacimientos. En comparación con el mejor año para la natalidad de Ciudad Real, la provincia ha perdido más de la mitad de los nacimientos que hubo en 1975, cuando se llegaron a contabilizar más de 7.600. El año que marcó el fin de la dictadura registró 21 partos al día y este 2019 suma apenas una decena cada día.