El Ayuntamiento de Daimiel inaugurará en los próximos días un área de estacionamiento de autocaravanas en el denominado Sector Ureña, en el fondo de saco existente en la calle Pontevedra, a la espalda de la residencia La Masiega. Con esta iniciativa, el equipo de Gobierno de Leopoldo Sierra pretende dar respuesta a un tipo de turismo en auge que visita con mucha frecuencia el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y la laguna de Navaseca. El área, tal y como explicó en su día el concejal de Urbanismo, Javier Fisac, contará con seis plazas de aparcamiento señalizadas de seis por tres metros, aprovechando una explanada de 430 metros, además de servicio de agua potable y evacuación de aguas grises y negras, bancos y papeleras. La ordenanza municipal reguladora del estacionamiento de autocaravanas fue aprobada definitivamente en el Pleno del pasado 3 de diciembre, tras incorporar varias sugerencias presentadas por la Asociación Castellano-Manchega Autocaravanista (Acama) durante el plazo de exposición pública. Aunque la zona de estacionamiento de autocaravanas es una instalación de uso y disfrute general gratuito, el Ayuntamiento se reserva la posibilidad de aprobar en un futuro una ordenanza fiscal para regular la tasa que el usuario tendría que satisfacer por el servicio prestado. El servicio máxima de estancia es de 72 horas a contar desde el momento de parada hasta el abandono de la plaza y sólo en casos de fuerza mayor o necesidad, previo informe de la Policía Local y autorización de Alcaldía, se podrá superar este tiempo. Caravanas, carros tienda, camiones, turismos y motocicletas no podrán estacionar en un área en el que queda expresamente prohibido el lavado del cualquier tipo de vehículo. La ordenanza también prohíbe poner en marcha los generadores de electricidad en horario de descanso, fijado en este caso de 22.00 a 9.00 horas, o durante el día en periodos excesivamente largos a juicio de la Policía Local. Asimismo, el Ayuntamiento advierte de que podrá disponer en cualquier momento de la zona delimitada para el estacionamiento de autocaravanas para otros usos puntuales diferentes, debiendo señalizarlo con la debida antelación para evitar que se originen conflictos o molestias. También aclara que este área no es de carácter vigilado, por lo que el Consistorio «no se hace responsable de los incidentes que pudieran producirse en los vehículos como robos, desperfectos o similares». Se trata, en este sentido, de un estacionamiento asimilable al que se realiza en la vía pública. La ordenanza también recoge un listado de infracciones leves, graves y muy graves, que acarrearán sanciones que van desde los 100 hasta los 600 euros. Entre las leves se encuentran, por ejemplo, el vertido ocasional de líquidos, la emisión de ruidos molestos fuera de los horarios establecidos y la colocación de elementos fuera del perímetro de la autocaravana, tales como toldos, mesas, sillas o patas niveladoras, en las zonas no autorizadas. Entre las graves, que se sancionarán con 300 euros y/o expulsión del recinto, la emisión de ruidos al exterior procedentes de equipos de sonido y el vertido de líquidos o residuos sólidos urbanos fuera de la zona señalada para ello; y se consideran como infracciones muy graves el vertido intencionado de líquidos y residuos, el deterioro del mobiliario urbano y la total obstaculación al tráfico rodado de vehículos sin causa de fuerza mayor que lo justifique.